“Eran tan malos y tontos
que llegaban a ser buenos”. Con estas palabras definía George Harrison The Beatles Cartoons, los
dibujos animados protagonizados por la banda de Liverpool estrenados por la
cadena norteamericana ABC hace ahora cincuenta años.
En 1965 Los
Beatles tenían en su haber dos arrasadoras giras por Estados Unidos, un
par de largometrajes y millones de discos vendidos, además de innumerables
productos de merchandising altamente rentables. Como un paso más en la
estrategia de marketing, una serie animada serviría para vender juguetes a la
vez que acercaba la música del grupo a los más jóvenes.
Sin la más mínima
implicación (ni el beneplácito) de sus cuatro referentes de carne y hueso The
Beatles Cartoons es una producción de Al Brodax, artífice años
después del film Yellow Submarine (G.Dunning, 1968). El ochenta por ciento de
los guiones corren a cargo de Jack Mendelsohn secundado por Dennis Marks, siendo Peter
Sander el dibujante encargado de
diseñar las caricaturas de John, Paul, George y Ringo,
tarea para la que toma como referente la imagen de trajes a medida, corbatas y
jerseys de cuello vuelto que exhibían en A Hard Day´s Night (R.Lester, 1964).
En el trazo psicológico, John aparece retratado como líder
burlón, Paul compone un modelo de buenas maneras, George es el sarcástico
de mirada evasiva y Ringo el más amigable pero también el blanco de bromas y
penalidades.Tan ligero abocetado de caracteres se completó con unas voces que poco
tenían que ver con las de Los Beatles. El actor Paul
Frees (apodado El Hombre de las
Mil Voces) dobló a John y George con tan escasa destreza que hizo parecer aceptables los timbres de Paul y Ringo a cargo de Lance Percival. Si la voz de John llega a sonar más
propia de un entrenador americano y el tono de George descoloca por su
acento entre irlandés y escocés, Paul sí se beneficia de una
entonación más erudita y el original scouse liverpuliano de Ringo
no sale tan mal parado.
Producida en su mayoría
por Artransa
Park Studios en Sydney, Australia, The
Beatles Cartoons se completó con algunos episodios en Hollywood bajo la
supervisión del veterano guionista de animación John W. Dunn. Setenta
animadores trabajaron en un total de treinta y nueve episodios basados cada uno en una
canción beatle. El sencillo esquema planteaba una disparatada aventura que podía
incluir vampiros, peligros en la selva africana, científicos locos, espías o
indios en el Far West entre otros muchos personajes y escenarios. Después un entreacto servía para invitar a cantar a los espectadores dos
canciones completas cuya letra aparecía en la pantalla y a continuación se
concluía con una aventura más. Como en la película Help! (R.Lester, 1965) la
serie nos presenta a Los Beatles haciendo todo juntos
todo el tiempo, compartiendo alojamiento, viajando en el mismo vehículo con sus
instrumentos y abordando inseparables todo tipo de cometidos y peripecias.
Al nivel de unos argumentos excesivamente simplones la animación de The Beatles Cartoons pecaba de una tosquedad de brocha gorda. Llama la
atención lo irregular de los rostros en movimiento, principalmente el de Lennon, completamente diferente en algunos planos donde canta de perfil.
También hay fallos garrafales de raccord, el mayor de todos un Paul
McCartney que en algunos momentos toca el bajo con la mano derecha,
según puede leerse en IMDB.
Pero la serie también se
anotó algunos hallazgos de interés. Los segmentos en que Ringo secunda a uno de
los otros tres animando al espectador a corear canciones ofrecían perspectivas
nunca vistas en un cartoon. Por ejemplo la acción representada sobre un borde
escénico similar a un guiñol, la inclusión de imagen real en Yesterday o el enfoque de
la atención sobre un mínimo punto mientras el resto de la pantalla permanece
inmóvil. En cuanto a las aventuras, su realización podía parecer demasiado
horizontal, pero si consideramos cómo Los Beatles corren en todas
direcciones, perseguidos por enjambres de fans y continuamente rodeados por elementos coloristas (personajes curiosos, medios de transporte,
monstruos, fauna variada…), nos encontramos ante un apreciable flujo de acción
constante que presagia escenas de Yellow Submarine tan memorables como
la de la batalla con el Guante Volador.
The Beatles Cartoons se estrenó en Estados Unidos con el respaldo de King
Features Syndicate el 25 de
septiembre de 1965 y programada en la mañana de los sábados. Su producción sólo
se extendería hasta 1967 pero gracias a sucesivas repeticiones la cadena ABC
la mantuvo en antena hasta el 7 de septiembre de 1969, siendo repuesta
posteriormente en numerosas ocasiones. Aunque Los Beatles nunca se
mostraron satisfechos con el resultado final y llegaron a vetar su emisión en
el Reino Unido la serie terminó por verse prácticamente en todo el mundo. En
España estuvo programada en La 2 (entonces UHF) a principios de los
70 y sirvió para dar a conocer la música de los de Liverpool a toda una
generación de pequeños espectadores, muchos de los cuales ya nunca se
desengancharían. Por esas mismas fechas, en 1972, John Lennon declaraba: “Todavía
me lo paso en grande cuando veo los dibujos animados de Los Beatles”.
Con sus virtudes y
defectos, pese a tratarse de un producto denostado incluso por los beatlemanos
más
incurables, lo cierto es que sin The Beatles Cartoons y sin su
productor, Al Brodax, el film Yellow Submarine difícilmente habría
sido posible.
Imagen: Ken Features