sábado, 26 de diciembre de 2015

Historia del Cine Animado (III)


La técnica del cine animado experimenta un paso de gigante en 1915, cuando el norteamericano Earl Hurd patenta unas hojas de celuloide transparente sobre las que se pueden dibujar imágenes para superponerlas sucesivamente sobre un fondo fijo. Perfeccionada la idea por un trabajador al servicio de Edison llamado Raoul Barré, el movimiento de panorámica en los fondos creado por Bill Nolan viene a completar un paquete de avances que multiplican de manera decisiva las posibilidades creativas del cartoon. Todo ocurre cuando Gertie, el dinosaurio acaba de poner de relieve las enormes posibilidades del universo animado para permitir la interpretación. Es el momento en que el cine descubre que los trazos de un dibujante bastan para alumbrar personajes diferenciados y con personalidad propia hasta tal punto que, con el tiempo, se podrá hablar de un star system dibujado.

El primer personaje animado que alcanzará auténtico status de estrella al mismo nivel de popularidad que las estrellas del cine mudo es Félix el Gato. Creación disputada entre el caricaturista y productor australiano Pat Sullivan y el animador estadounidense Otto Messmer, los primeros cortos de Félix el Gato datan de 1919 y al año siguiente, el sólo nombre del personaje era suficiente reclamo para atraer a multitud de espectadores a las salas alcanzando la cima de popularidad con el corto de 1923 Félix en Hollywood

En la consolidación del soporte industrial para ése nuevo star system también tendrá mucho que ver el magnate de la prensa William Randolph Hearst, decidido a producir cortometrajes protagonizados por personajes de las tiras cómicas de sus periódicos. Una iniciativa que hace posible el Krazy Kat (1913-44) de George Herriman o The Katzenjamner Kids (1897-1949) de Rudolph Dirks. Arranca así un largo y fructífero hermanamiento entre cine de animación y cómic cuya primera piedra también debemos al pionero  Winsor McCay cuando dotó de movimiento a sus viñetas de Little Nemo.
A estos avances se suma la contribución de los hermanos Max y Dave Fleischer  responsables de personajes de singular éxito como el travieso payaso KoKo (1920-1930) para la serie Out of the Inkwell o la pícara Betty Boop (1930-1939). Su boca en forma de corazón y su atuendo ceñido y de falda corta inspirado en la cantante Helen Kane completan una parodia vamp que la censura del implacable código Hays terminará por prohibir. Sin duda el más longevo personaje de los Fleischer es Popeye el Marino (1930-1947). Concebido por C.E. Segar para publicitar el consumo de espinacas en conserva, acompañado por secundarios como su inseparable Olivia o su archienemigo Brutus, su popularidad se desborda de tal manera que la Marina recurrirá a su imagen en las campañas de reclutamiento previas a la Segunda Guerra Mundial. 

Además de estas notables aportaciones artísticas Max y Dave Fleischer  se anotan otra de índole técnica: la incorporación de actores reales sobre los que basar el dibujo posterior favoreciendo así el dinamismo de los personajes en un proceso que se conocerá como rotoscopiado.